jueves, 29 de noviembre de 2012

El reinado de Carlos I (1516-1556)

Las cuatro herencias territoriales que recibió Carlos I le convirtieron en rey de un poderoso imperio. De sus abuelos maternos, Isabel Fernando  recibió Castilla, Navarra, Aragón, Canarias, las plazas del norte de África, Nápoles, Cerdeña, Sicilia y los territorios de América  de sus abuelos paternos, Maximiliano de Habsburso y María de Borgoña, recibió Austria, el ducado de Borgoña, Artois, Luxemburgo, Los Países bajos, Flandes, el Franco condado y los derechos a la corono imperial. El mantenimiento de la hegemonía exigió largas y costosas guerras, que impidieron a España beneficiarse de las riquezas que llegaban de América.

Retrato ecuestre de Carlos I de España.
Política interior

Carlos I había nacido en Gante en 1500 y fue educado en Flandes. En 1517 desembarcó en el puerto de Tazones (Asturias) para recibir la corona de España. A su llegada, se encontró con la oposición inicial de parte de la nobleza castellana, que no veía con agrado a un rey educado en el extranjero y acompañado de una corte también extranjera.

En las primeras Cortes (Valladolid) los nobles exigieron al rey un juramento de respeto a las leyes del reino.

En 1519, tras la muerte de Maximiliano I, se vio obligado a solicitar a las ciudades un impuesto especial para hacer frente a los gastos ocasionados por su viaje a Alemania  donde iba a hacerse cargo de la corono imperial. Esta petición provocó el estallido del más serio conflicto interno de su reinado: el levantamiento comunero, protagonizado por las clases urbanas, principalmente comerciantes, hidalgos y artesanos. Sus líderes, Juan de Padilla, Juan Bravo y Pedro de Maldonado, se levantaron en Toledo, Segovia, Salamanca y Madrid; pronto se sumaron otras muchas ciudades y los comuneros fueron derrotados en la batalla de Villalar, Valladolid (23 de abril 1523), y sus cabecillas ejecutados.

Tras esta derrota y la concesión de algunas de las peticiones de los comuneros (abolición de los privilegios a los extranjeros, prohibición de que desempeñaran cargos públicos y compromiso del rey a residir en España), Carlos I consiguió la sumisión y el apoyo de las ciudades.

Coincidiendo con el movimiento de las Comunidades se produjo en Aragón el movimiento de las Germanías, expresión de la hostilidad existente entre los nobles, por una parte, y los artesanos, pequeños comerciantes y campesinos, por otra.

La sublevación comenzó en Valencia, en 1519, cuando la oligarquía urbana abandonó la ciudad a causa de una epidemia de peste. Los representantes de las clases populares  los "agermanados", crearon una Junta, tomaron el poder municipal e impidieron a los nobles y burgueses ricos el regreso a la ciudad. El movimiento dse extendió por otras ciudades valencianas y por Mallorca. El virrey, Diego Hurtado de Mendoza, fue derrotado por los sublevados. Pero en 1521 en Valencia, en 1522 en Játiva y Alcira y en 1523 en Mallorca, los agermanados fueron definitivamente sometidos.


Política exterior

Los extensos dominios de la monarquía imperial planteaban grandes problemas de gobierno y favorecieron los conflictos con otras potencias.

Carlos I aspiraba a una alianza de todos los soberanos cristianos, en defensa de la cristiandad, bajo la supremacía del Emperador y la tutela del Pontificado. Pero se encontró con la oposición de Francia, de los príncipes alemanes y del propio Papado, además de tener que enfrentarse, solo, a la expansión del Imperio turco.

Posesiones del Imperio Español durante el siglo XVI.
Enfrentamientos con Francia

Durante veinticinco años, Carlos I de España y Francisco I de Francia lucharon por la hegemonía europea. En 1523 Francisco I tomó el Milanesado italiano, pero fue derrotado y hecho prisionero en la cruel batalla de Pavía (1525). El rey francés firmó en la capital el Tratado de Madrid (14 de enero de 1526) según el cual renunciaba a todo derecho sobre Milán, Nápoles y Génova.

En 1526 Francisco I y el papa Clemente VII formaron la Liga de Cognac, para arrojar a los españoles de Italia. La Liga fue derrotada en Milán. Esta segunda fase de la guerra terminó con la Paz de Cambrai o Paz de las Damas (1529): España devolvía a Francia el ducado de Borgoña, Francisco I renunciaba a sus pretensiones sobre Milán, Génova y Nápoles y el papa impuso en Bolonia a Carlos I de España (ahora también Carlos V de Alemania) la corona imperial.

Lucha con los turcos

El Imperio otomano se convirtió en una amenaza importante para los dominios imperiales con Solimán II, Solimán el Magnífico, que contaba además con el apoyo del rey francés Francisco I. Desde Hungría, los turcos sitiaron Viena (1529-1532) y en el Mediterráneo el pirata turco Barbarroja hostilizaba los barcos españoles y asaltaba las costas. En 1535 la flota española se apoderó de Túnez, pero la derrota de Argel (1541) supuso el mantenimiento del dominio turco en el Mediterráneo.

La difusión del luteranismo

Las ideas luteranas se iban extendiendo por Alemania. Carlos I, defensor de la unidad religiosa católica en el Imperio, intentó negociar con los luteranos  convocando las Dietas de Worms (1521) y de Spira (1526 y 1529). El acuerdo pacífico no fue posible; los luteranos (protestantes) formaron la Liga de Esmalcalda en contra del Emperador, que los derrotó en Mühlberg (1547). Pero el luteranismo ya se había afirmado en gran parte del Imperio y la Dieta de Augsburgo (1555) reconocía la nueva religión.

La Independencia de los Estados Unidos de América

En los Estados Unidos de América se produjo la primera revolución que llevó a la práctica las ideas filosóficas y políticas de la Ilustración. En el último tercio del siglo XVIII las Trece Colonias inglesas de América del Norte se independizaron de la metrópoli. Empieza así la época de las revoluciones.


Las causas

Varias causas coincidieron para hacer posible el proceso de independencia. En primer lugar la influencia de las ideas ilustradas, que propiciaban el derecho de las clases burguesas a protagonizar la vida política. a ésto vino a sumarse un fuerte sentimiento nacionalista, que puso de manifiesto la injusticia de estar sometidos al gobierno y a los impuestos emanados de Gran bretaña, sin participar en las decisiones de gobierno.

Las colonias habían alcanzado un gran desarrollo económico: las del norte, basado en el comercio y las del sur, en las grandes explotaciones agrícolas (algodón, arroz, tabaco). en las colonias del norte, se desarrolló una rica burguesía, muy influida por las ideas ilustradas; en las colonias del sur, predominaban los ricos propietarios conservadores, que utilizaban mano de obra esclava, sobre todo negros, para el trabajo en sus plantaciones. Pero, por diferentes motivos, en todas las colonias existía un deseo de independencia, que e concretó en hechos a causa de la desafortunada política colonial del rey Jorge III.

Mapa de las trece colonias inglesas, a finales del siglo XVIII.
El motín del té

Inglaterra quiso solucionar la grave crisis económica en que se encontraba tras la Guerra de los Siete Años imponiendo nuevos tributos a las colonias: impuestos sobre el vidrio, el plomo, el papel y el té. Los colonos se negaron a pagarlos y se produjeron los primeros enfrentamientos: en la masacre de Boston (1770) se enfrentaron violentamente los colonos y las tropas inglesas. La mayoría de los impuestos fueron derogados, salvo el del té, confirmado por la Ley del té de 1773. Los colonos reaccionaron con el motín de Boston (1773): unos 50 colonos disfrazados de indios asaltaron los barcos ingleses en el puerto y arrojaron al mar su cargamento de té. La reacción de gran Bretaña fue poner Boston bajo el control directo de un funcionario británico, medida que dio origen a la guerra.


La guerra de independencia (1775-1783)

Los representantes de las colonias se reunieron en el Congreso Continental (Filadelfia, 1774), y se creó un ejército a las órdenes de George Washington (1732-1799). El 4 de julio de 1776 el Congreso proclamó la declaración de la Independencia, institucionalizando la ruptura con Gran Bretaña.

La Guerra de Independencia se prolongó durante ocho años. A pesar de la superioridad militar de los ingleses, los colonos obtuvieron las primeras victorias  lo que hizo que las potencias europeas (Francia, España, Holanda) les prestaran su ayuda interesada. El 17 de octubre de 1781 los ingleses se rindieron y se iniciaron negociaciones de paz en París, con una delegación americana encabezada por Benjamín Franklin (1706-1790). La Paz de Versalles se firmó en 1783 y supuso el reconocimiento de la independencia y el nacimiento de una nueva nación: los Estados Unidos de América.

Cuatro años más tarde se promulgó en Filadelfia la Constitución de 1787, una constitución federal profundamente influida por las ideas ilustradas y enciclopedistas. George Washington fue el primer presidente tras la promulgación de la constitución..

La independencia de los Estados Unidos influyó sobre numerosos movimientos democráticos en Europa. Al mismo tiempo, la participación de las potencias europeas, entre ellas, en los conflictos coloniales de América fue una experiencia que tuvieron en cuenta las colonias españolas cuando se plantearon su propia independencia.

Independencia de los Estados Unidos de América.

martes, 27 de noviembre de 2012

La Guerra de la Independencia Española

La Guerra de Independencia española (1808-1814) supuso un violento enfrentamiento armado entre los ejércitos españoles, ayudados por los ingleses, y las tropas napoleónicas que pretendían colocar en el trono español a José Bonaparte. En los enfrentamientos desempeñó un papel fundamental el pueblo español, que inició la rebelión con un levantamiento popular. Tal como se desarrollaron los hechos la invasión napoleónica y la guerra provocada por ésta tuvieron como resultados, al margen de los puramente bélicos, una serie de hechos de significado más profundo al permitir que se manifestaran dos tendencias ideológicas que jugarían un papel muy importante en la España del siglo XIX: la absolutista y la liberal; y dieron origen a un proceso verdaderamente revolucionario  que puso en tela de juicio los valores de la monarquía absolutista y que intentó crear un nuevo modelo de sociedad en las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.


El levantamiento

En 1807 Godoy, ministro de Carlos IV, firmó con Napoleón el Tratado de Fontainebleau, que permitía el paso de los ejércitos franceses por España para ocupar Portugal, que, una vez conquistada, se repartiría entre España y Francia. En virtud de la firma del tratado grandes contingentes de tropas francesas entraron y se instalaron en España, en una actitud que más parecía de ocupación que de paso. al descontento creado por esta situación vino a sumarse la desconfianza que produjo en el pueblo de Madrid el intento de llevarse a Bayona, donde ya estaba Fernando VII, al resto de la familia real. El 2 de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se levantó contra los franceses. La Junta de Gobierno que había nombrado Fernando VII se mantuvo al margen de los acontecimientos, mientras los franceses aplastaban duramente el levantamiento popular. Sólo un pequeño grupo de oficiales, entre los que estaban los capitanes Daoíz y Velarde, se sumaron al alzamiento popular.

En Los fusilamientos, Goya refleja los episodios del 3 de mayo en Madrid: las tropas de Murat respondieron al levantamiento ciudadano con fusilamientos masivos.
El levantamiento se extendió pronto por toda España y se crearon juntas, encaminadas a llenar el vacío de poder creado por las capitulaciones del rey en Bayona y la ineficacia de la Junta de Gobierno. Las juntas fueron organizadas en gran parte por intelectuales, nobles, oficiales o burgueses ilustrados, que secundaban las aspiraciones populares  Las juntas actuaban como órganos de gobierno y organizaban la defensa frente al invasor. La Junta del Principado de Asturias envió una delegación a gran Bretaña para solicitar ayuda bélica. Las juntas estaban coordinadas por la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, presidia por Floridablanca.

A causa de la guerra la Junta Central no pudo tener una sede estable: de Aranjuez pasó a Sevilla y más tarde a la isla de León, en San Fernando, donde en 1810 se disolvió y una Regencia se hizo cargo de la dirección de la guerra.

Mientras las juntas preparaban la guerra, Napoleón convocó en Bayona una Asamblea de Notables españoles, que aprobaron la Constitución de Bayona (7 de julio de 1808), el primer texto constitucional de la historia de España, que no llegó a aplicarse. La Constitución de Bayona, a pasear de su carácter autoritario y antiliberal, recogía gran parte de los principios legales en que se inspiraba el Código Napoleónico que suponían un avance social y político. Algunos de sus principios fueron más tarde recogidos por la Constitución de Cádiz.


Las campañas militares

La fuerte resistencia encontrada por Napoleón en España le obligó a enviar 100.000 hombres al mando de Murat para sofocar los numerosos focos de rebeldía. En esta primera fase de la guerra, las campañas más importantes tuvieron lugar en Andalucía porque la escuadra francesa se hallaba refugiada en Cádiz desde la batalla de Trafalgar y Napoleón quería defenderla de posibles ataques. El mariscal Dupont se encontró aislado en Bailén, entre dos fuegos, y tuvo que rendirse al general Castaños (19 de julio en 1808). La derrota de Bailén modificó los planes invasores de Napoleón, José Bonaparte abandonó la capital y setiró a la orilla izquierda del Ebro.

Napoleón en España

A finales de 1808, después de haber llegado a un acuerdo con el zar de Rusia sobre el reparto de Europa, Napoleón entró en España con el Gran Ejército (Grand Armée) y se hizo cargo personalmente de las operaciones. El 2 de diciembre obligó a Madrid a capitular, José I Bonaparte pudo volver a la capital y el mariscal Soult echó a los ingleses de Galicia. En otoño de 1809 tuvo lugar la derrota de Ocaña, que anuló los intentos españoles de recuperar Madrid y dejó abierto el camino de Andalucía.

a finales de este año, las tropas de napoleón ocupaban la mayor parte de España a excepción de Galicia, Asturias, Valencia, Murcia, Andalucía y parte de Cataluña y Extremadura.

1810-1811: la gran ofensiva francesa

En 1810 Napoleón envió a la península tropas de refuerzo, lo que elevó a 300.000 el número de soldados franceses. Su objetivo era expulsar definitivamente a los ingleses, a quienes consideraba come el principal obstáculo para alcanzar la victoria. Soult avanzó hacia Andalucía y logró tomar Sevilla, pero no Cádiz, donde ya las Cortes estaban reunidas. Massena dirigió al resto de las tropas francesas contra el ejército inglés, mandado por Wellington, a quien las Cortes habían nombrado Generalísimo de los ejércitos anglo-españoles. Wellington derrotó a los franceses en Torres Vedras (Portugal), Fuentes de Oñoro (en la frontera salmantina) y en La Albuera (en Badajoz, el 16 de mayo de 1811). A partir de este momento, a pesar de que los franceses habían ocupado también el Levante y toda Andalucía  menos Cádiz, la iniciativa fue de los ejércitos anglo-españoles.

El fin de la guerra

En 1812 Napoleón invadió Rusia y tuvo que retirar a parte de sus tropas de España. Wellington aprovechó la ocasión para dar a los franceses el golpe definitivo. El 22 de julio de 1812, venció a las tropas de Marmont en la cruenta batalla de los Arapiles (Salamanca) y José Bonaparte tuvo que evacuar de nuevo Madrid, donde Wellington entró el 12 de agosto  Mientras tanto Napoleón había sido derrotado en Rusia y tenía que enfrentarse con una nueva coalición europea, lo que le exigía retirar más tropas de España; a comienzos de 1813 sólo quedaban en la península unos 1000.000 soldados franceses. Tras las derrotas de Vitoria y San Martín, José I se retiró a Francia con su Corte, mientras Suchet seguía intentando de resistir en Valencia y Soult atacaba a Wellington desde el sur de Francia. El 22 de marzo de 1814, Fernando VII volvió a España. El 6 de abril de 1814, Napoleón abdicó y días después se firmó el armisticio que permitía la retirada pacífica de las tropas francesas que aún quedaban en España.

Mapa de la Guerra de la Independencia (1812-1814).

domingo, 18 de noviembre de 2012

Evolución del Hombre

La gran mayoría de los científicos explican la aparición del hombre como resultado de un proceso evolutivo a partir de formas de vida más sencillas, proceso que empezó en la era Primaria (hace 600 millones de años), siguió en la era Secundaria (hace 200 millones de años) y dio un gran paso en la era Terciaria (hace 75 millones de años), con la aparición de los primates, nuestros antepasados.

La línea de evolución que conduce al hombre actual se ha podido reconstruir gracias a los restos fósiles hallados, entre los que destacan:

El Australopithecus. Significa "hombre del sur": vivió en el sur de África hace unos seis millones de años. Considerados como prehomínidos, los Australopithecus era de escasa estatura, no superior a 1,50 metros, poco peso y una reducida capacidad craneana, estimada en unos 500 centímetros cúbicos, muy alejada de la capacidad craneana del hombre actual (entre 1.300 y 1.450 centímetros cúbicos).

El Homo habilis convivió con el Australopithecus probablemente durante miles de años. Sus primeros restos aparecen hace dos millones y medio de años, aproximadamente, y se le puede considerar el primer homínido. su capacidad craneana era ya al mayor (680 centímetros cúbicos). y su mano, más robusta, parece que era capaz de tallar la piedra y de manejar herramientas. Probablemente fueron los Homo habilis los autores de los montones de guijarros tallados que se han encontrado diseminados por todo el continente africano.

Dos rasgos de inteligencia indican que se está en una fase del proceso de evolución cercana al hombre: el aumento del tamaño físico en general y, sobre todo, de la capacidad craneana; y la conquista de la posición erguida, que permite dejar libre la mano para crear y utilizar herramientas.

El Homo erectus. Sus primeros restos datan de hace un millón y medio de años aproximadamente y parece que se extinguieron hace unos 100.000 años. su altura oscilaba entre 1,60 y 1,70 metros y su capacidad craneana entre 750 y 1250 cm3. Conocían ya el fuego y fabricaron los primeros utensilios de pidedra tallada. Son Homo erectus los Sinantrophus hallados en China, los Pithecanthropus de Java y los Atlanthropus del norte de África.

El Homo habilis y el Homo erectus vivieron en el Paleolítico Inferior.

El Homo sapiens de Neanderthal. apareció hace unos 100.000 años en Europa, es decir, vivió en el Paleolítico Medio. Su esqueleto era ya muy semejante al del hombre actual. Medía alrededor de 1,55 m y su capacidad craneana oscilaba entre los 1.300 y 1.450 cm3. Su cara, más evolucionada que la de sus antecesores  conservaba todavía rasgos simiescos: frente huidiza, mandíbula prominente y ausencia de mentón. Tallaba el sílex en forma de grandes lascas, que utilizaba como armas o herramientas  Es posible que con él apareciera ya el arte, pues se han encontrado restos de ocre rojo afilados como lapiceros o reducidos a polvo en yacimientos de su época. Es posible que también creyera en la existencia del más allá, pues enterraba a sus muertos junto a alimentos, armas y utensilios.

El Homo sapiens sapiens. Apareció hace aproximadamente unos 40.000 años, es decir, a comienzos del Paleolítico Superior. Representa el final de la evolución que conduce al hombre actual y apenas se diferencia de éste. Su cerebro era tan voluminoso como el del hombre de nuestra época, su altura elevada, de 1,80 m en muchos casos , frente alta y mentón acusado.

El tipo más representativo fue el hombre de Cro-Magnon, que vivió en Francia.

Evolución humana

Las Legiones Romanas

La conquista, la defensa y el mantenimiento del vasto Imperio romano no hubieran sido posibles sin un sistema militar muy desarrollado. La vida militar estaba en Roma íntimamente ligada a la vida política; la condición de ciudadano exigía el cumplimiento del servicio militar y, a la inversa, sólo los ciudadanos podían ser soldados. El ejército jugó un papel fundamental en el proceso de romanización: los soldados fueron los vehículos de las nuevas costumbres y de la nueva lengua, el latín.

En la época monárquica y en los primeros tiempos de la República sólo podían servir al ejército los ciudadanos ricos, ya que cada uno debía pagarse su equipo. El ejército fue reformado y a partir de Mario los plebeyos tuvieron acceso al ejército, aunque siguieron manteniéndose diferencias, según las fortunas personales: los más ricos servían en la la caballería y los menos ricos en la infantería. Podían ser movilizados todos los ciudadanos comprendidos entre los 17 y los 46 años y se les podía mantener en activo hasta que hubieran cumplido 10 campañas en caballería y 20 en infantería. Al término del servicio de las armas los soldados recibían tierras del Estado. Mientras estaban en activo percibían un salario y participaban en el botín de guerra.

La legión era la unidad mayor del ejército; estaba formada por 10 cohortes, 30 manípulos y 60 centurias. Su bandera era el águila y como armas defensivas usaban a coraza, el escudo y el casco; como armas ofensivas, el venablo, la espada de doble filo, la lanza y complicadas torres de asalto sobre ruedas.

Cada legión tenía 6.000 soldados y el número de legiones en activo dependía de las necesidades bélicas. Tras la victoria de Actium, augusto contaba con un ejército de 230.000 hombres. Augusto redujo las tropas a la mitad y durante todo el Imperio, las legiones se utilizaron casi exclusivamente para la protección de las fronteras, del limes.

Soldados de las Legiones Romanas

La organización social en el Antiguo Egipto

El antiguo Egipto presentaba una organización social muy compleja:

Su máximo representante era el faraón, rey y dios al mismo tiempo. Intermediario entre su pueblo y los dioses, exigía a su pueblo ofrendas en nombre de los dioses y éstos le otorgaban dones que el pueblo debía agradecerle, como las inundaciones periódicas del Nilo. era dueño del país pero, como no podía gobernarlo él solo, delegaba sus poderes en los altos funcionarios: visires, escribas, sacerdotes y jefes militares.

Faraón egipcio
El visir era una especie de primer ministro, el cual cumplía las funciones y ayudaba al faraón en todos los asuntos del Estado: dirigía la recaudación de impuestos, determinaba los tributos que debían pagar los Estados vasallos, presidía el tribunal supremo y regulaba el tráfico de mercancías, entre otras muchas funciones. El visir era elegido por el faraón y el cargo no era hereditario  aunque a veces se mantenía dentro de una misma familia.

Los escribas se llamaban así porque conocían la escritura y resultaban imprescindibles para transmitir las órdenes de los gobernantes y para registrar los bienes y riquezas del palacio o del templo. Los escribas eran hombres ilustrados y gozaban de una gran poder.

Los sacerdotes tuvieron en Egipto gran importancia y poder, sobre todo durante los Imperios Medio y Nuevo. Una gran parte de los botines de guerra era entregada a los sacerdotes, como ofrenda de gratitud a los dioses que habían permitido la victoria. Así los templos se convirtieron en centros importantes de la administración y tenían sus propios funcionarios, como el palacio. El sacerdocio fue una profesión.

Sacerdote egipcio
El ejército egipcio se formaba mediante levas o reclutamiento obligatorio de la población, cuando el faraón lo consideraba necesario. Pero los reclutamiento sólo podían hacerse después de recogida la cosecha, porque la mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura. Solamente, a partir de XVIII dinastía se formó un ejército permanente, integrado en gran parte por soldados nubios y asiáticos.

En un nivel muy inferior se hallaba la inmensa mayoría de la población, los agricultores y los artesanos, que, en realidad eran siervos: no eran esclavos, porque no podían ser vendidos y además tenían sus propios hogares, pero los artesanos no podían cambiar de ocupación y los campesinos pertenecían a la tierra y, si la tierra cambia de dueño, ellos también.

Por debajo sólo estaban los esclavos, que eran extranjeros, generalmente, prisioneros de guerra. Los esclavos pertenecían al faraón y, en muy pocos casos, a personas particulares y no tuvieron gran importancia económica en Egipto.

El corazón de la Roma Clásica: El Foro

El foro era el corazón de la ciudad de Roma, el lugar donde estaban los edificios en los que se desarrollaba la vida política y social de los ciudadanos. Todas las ciudades romanas tuvieron su propio foro, imitación del de la metrópoli.

El foro de Roma se hallaba al pie de la colina del Capitolio. Allí esta la Curia, lugar de reunión del Senado. Delante de la Curia se hallaba el Comitium, lugar de reunión al aire libre. Allí estaba también la tribuna de las arengas, llamada "los Rostros", porque estaba decorada con los espolones (rostros) de los barcos de guerra capturados por los romanos. Basílicas (lugares de reuniones políticas y de negocios, que posteriormente sirvieron a los cristianos como modelo arquitectónico para construir sus iglesias), templos, como los de Saturno, Cástor y Póllux, arcos de triunfo, como el de Septimio Severo, completaban el foro romano.

Reconstrucción del foro romano
El foro fue uno de los principales centros religiosos de Roma, porque allí estaba el conjunto de edificios religiosos dedicados a la diosa Vesta: el templo, que según la leyenda fue fundado por Rómulo, la casa de las vestales, sacerdotisas encargadas de mantener siempre encendido el fuego de la diosa, y la Domus pública, residencia del pontífice máximo hasta la época de Augusto, en que se convirtió en casa imperial.

Además el foro fue centro de la vida política y comercial, que se desarrollaba en sus pórticos y basílicas; las basílicas estaban rodeadas de tiendas. 

La actividad judicial se desarrollaba en tribunales al aire libre; en el foro se hallaba la cárcel estatal, con calabozos subterráneos.

Foro romano

martes, 6 de noviembre de 2012

Civilizaciones indígenas de la América Latina: Mayas, Incas y Aztecas

Los Mayas

Los mayas se asentaban en los territorios situados entre el sudeste de México, Yucatán y Guatemala, donde probablemente llegaron hacia 1.500 a. de C. La civilización maya alcanzó su mayor desarrollo en el siglo V de nuestra era y empezó su decadencia a partir del siglo X. Las causas de tal decadencia parece que estuvieron en el agotamiento de las tierras cultivables, las revoluciones internas, las pestes y las invasiones de pueblos extranjeros.

La civilización maya conoció un gran desarrollo urbano: Chichén Itzá, Mayapán, Uxmal, Palenque, Tikal, fueron algunas de las ciudades más importantes, pobladas de templos y de estelas conmemorativas con fechas grabadas.

La forma de organización política fue la de ciudades-estado, que se disputaban la supremacía política. Cuando llegaron los españoles, ya en plena decadencia maya, la ciudad dominante era Mayapán. Los españoles conquistaron Guatemala en 1525 y Yucatán en 1536.


La sociedad maya fue clasista y esclavista, el halach-uinic o "verdadero hombre" era el jefe civil y religioso de las ciudades--esado y su cargo era hereditario. El ahuacán o "señor serpiente" era el jefe de los sacerdotes.

Los mayas alcanzaron un gran desarrollo científico, sobre todo en matemáticas y astronomía, que en algunos aspectos superó los conocimientos europeos de la época; poseían un calendario muy perfecto y utilizaron una escritura jeroglífica sólo parcialmente descifrada. El arte maya alcanzó un desarrollo no igualado en otras culturas americanas, que se tradujo en templos escalonados, palacios, patios con columnas, torres, acueductos, cerámica y pintura. Su mayor aportación arquitectónica fue el uso de la falsa bóveda o bóveda de saledizo.

Su desarrollo tecnológico, como en el resto de las culturas americanas precolombinas, fue sin embargo muy deficiente.


Los Incas

Los incas formaban el mayor imperio de la América meridional a la llegada de los españoles. El Imperio incaico, que alcanzó su máximo desarrollo entre 1450 y 1550, se extendió desde el río Ancasmayo en Colombia hasta el río Maula, en Chile, a lo largo de 4.000 kilómetros. La llegada de los españoles interrumpió su expansión. Su primer soberano fue el legendario Manco Capac, que reinó a comienzos del siglo XIII. Viracocha Inca inició la expansión del Imperio, que prosiguió durante los reinados de Pachacuti (1438-1471) y de Topa Inca (1471-1493). Durante el reinado de su hijo Huayna Capac (1493-1525) los españoles se instalaron en Panamá e iniciaron la exploración de América meridional. Los enfrentamientos entre sus hijos Atahualpa y Huáscar facilitaron la conquista del Imperio incaico por Pizarro. El último pretendiente al trono, Tupac Amaru, fue decapitado en 1572.

La máxima autoridad era el Inca, que se suponía descendiente del dios Sol. La capital del Imperio era Cuzco. Los incas tuvieron un eficaz aparato administrativo, una lengua oficial, el quechua, y un culto obligatorio, el del dios Sol. La base de la organización social era el ayllu o conjunto de familias emparentadas. La propiedad de las tierras y del ganado era colectiva.


La agricultura, la ganadería y la artesanía alcanzaron un desarrollo muy superior al existente entonces en otras regiones de América: utilización de la azada, de fertilizantes naturales, irrigación por medio de canales y acueductos, cultivo en terrazas  la patata, el maíz  la quina o el algodón fueron algunos de sus principales cultivos. Criaban llamas, vicuñas y alpacas, apreciadas estas últimas por la calidad de sus lanas.

Sin embargo  su desarrollo cultural y científico fue inferior al de los mayas: no conocían la escritura, aunque si usaban el calendario, y conocían un sistema decimal para contar, semejante al ábaco, llamado quipu.

Los incas destacaron en el arte de la construcción; Templo del Sol en Cuzco, fortalezca de Sacsahuamán, al norte de Cuzco, conjunto arquitectónico de Machu Picchu.


Los aztecas

A partir del siglo I a. de C. empezó a desarrollarse en los territorios comprendidos entre el norte de México y Costa Rica una rica civilización a la que algunos historiadores han denominado civilización mesoamericana. Destacaron las culturas zapateca, huaxteca, mixteca y tolteca. Rasgos comunes a todas estas culturas fueron la construcción de pirámides escalonadas, la escritura jeroglífica y los calendarios. La ciudad más importante de la civilización mesoamericana fue Teotihuacán, en el valle de México. A partir del siglo VIII las culturas mesoamericanas iniciaron su decadencia.

En el siglo XIV los aztecas, procedentes del noroeste de México, se instalaron en el valle y fundaron la ciudad de Tenochtitlán. En el año 1433 crearon la Triple Alianza, confederación de las ciudades de Tenochtitlán, Texcoco y Tiacopán e iniciaron la expansión imperialista. El tlatoani o soberano Moctezuma Ilhicamina o Moctezuma I (1444-1469) consolidó anteriores conquistas y extendió el imperio azteca desde la costa del Pacífico hasta el golfo de México. La mayor extensión del imperio azteca se logró durante el reinado de Ahuizotl (1486-1502), que llegó hasta la actual Guatemala. Moctezuma Xocoyotzin o Moctezuma II (1502-1520) tuvo que enfrentarse a los conquistadores españoles. Influido por sus ideas religiosas, Moctezuma creyó que Hernán Cortés, desembarcado en Veracruz, era un enviado del dios Quetzalcóatl, lo que explica su débil oposición a las fuerzas españolas, muy inferiores en número. El 30 de junio de 1520 Moctezuma murió en los enfrentamientos. El imperio azteca desapareció definitivamente el 28 de febrero de 1525, cuando murió ajusticiado Cuauhtémoc, yerno de Moctezuma y último soberano de Tenochtitlán


La cultura azteca fue la última gran cultura mesoamericana, heredera de las que la habían precedido en América Central. Su jefe supremo, el tatloani, unía poderes religiosos, políticos, militares, legislativos y judiciales.

El azteca no fue un estado centralizado, sino una Confederación de Estados independientes. La agricultura fue la base de vida económica y el maíz el principal cultivo. La ganadería, prácticamente inexistente, se limitaba a pavos y perros, algunos de los cuales se criaban para alimentación. Para suplir la escasez de tierras los aztecas construyeron islas artificiales, las chinampas, que les servían como lugares de asentamiento y de explotación agrícola.


Distribución geográfica


jueves, 1 de noviembre de 2012

La Capilla Sixtina cumple 500 años

Fue en 1512 cuando Miguel Ángel terminó de pintar la Capilla Sixtina, la capilla más famosa del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano. Julio II, el Papa en aquel momento, quería poder inaugurar la capilla el día de Todos los Santos, uno de noviembre, consiguiéndolo hace ahora 500 años.

Se cuenta que el proceso de la obra fue un tormento para el propio Miguel Ángel, el cual incluso intentó escapar para de Julio II para no realizar esta obra.

Si bien en un principio, la idea de Julio II era la de decorar la bóveda con el tema de las imágenes de los doce apóstoles, Miguel Ángel consiguió libertad para crear otras imágenes dando rienda suelta a su imaginación y a su increíble talento. Quiso mostrar la historia del mundo y del cosmos antes de Jesucristo.

La ejecución le llevó cuatro años, ya que además de que como pintor no tenía tanta experiencia como de escultor, otros problemas como las malas condiciones de trabajo le retrasó en su trabajo.

Bóveda de la Capilla Sixtina

Descubren la ciudad prehistórica más antigua de Europa

Cerca de la ciudad búlgara de Provadia, al este de país, un equipo de arqueólogos han descubierto la que es la cuidad prehistórica más antigua de Europa, datándose el asentamiento fortificado sobre el 4.700-4.200 a.c.

En la zona se han hallado más de 3.000 joyas y objetos religiosos, como el Tesoro de Varna. La razón de esta acumulación de riquezas en este lugar puede ser debido a que el yacimiento se encuentra al lado de una mina de sal.

Estas excavaciones han puesto al descubierto ruinas de casas de dos pisos, fosas para celebrar rituales y tres murallas fortificadas. También se ha hallado una pequeña necrópolis.

Restos de una de las casas encontradas en el asentamiento