La asignatura de Ciencias Sociales, más
concretamente la Historia, en la educación secundaria a lo largo de los últimos
años ha sido impartida a través de una metodología principalmente teórica. No
cabe duda que esta materia se brinda como pocas a una explicación por parte del
profesor de los contenidos y un aprendizaje de los estudiantes, y que la
exposición de la asignatura debe ser fundamentalmente apoyada en la teoría.
Sin embargo, no hemos de pasar por alto cual
es la edad de los alumnos de secundaria, sobre todos en sus primeros cursos,
los cuales a bajas edades se pueden sentir poco atraídos hacia esta forma de
aprender, lo que puede provocar una apatía por parte de los estudiantes hacia
la materia. Pero este no es el único problema que conlleva esta metodología.
Los alumnos de secundaria tienden a aprender conceptos y contenidos, pero no a
la comprensión e interpretación de los
mismos, lo que repercute negativamente en un correcto y eficaz aprendizaje de
la materia.
Es por ello que la asignatura de Historia en
el ámbito de secundaria debe evolucionar en cuanto al carácter metodológico
empleado en las aulas, no centrándose única y exclusivamente en los aspectos
teóricos, incorporando poco a poco métodos más prácticos en las clases.
Las clases de Historia deben adaptarse a los
nuevos tiempos, hacer uso de las oportunidades que ofrecen las nuevas
tecnologías y aunar del mismo modo partes teóricas y partes prácticas durante
las sesiones de Historia impartidas en los cursos de secundaria. ¿Qué
pretendemos conseguir con este método? Una mayor motivación del estudiante
hacia esta disciplina.
El estudiante de Historia no puede ser un
personaje plano limitado a memorizar hechos, fechas y personajes. Y para que
eso no ocurra el docente debe ser el primero en demostrar que la Historia es
una disciplina en la que es esencial la interpretación de los hechos
históricos, así como la comprensión de las características y consecuencias que
cada hecho histórico posee.
Gracias al avance de la tecnología y de los
medios de comunicación, el docente puede introducir progresivamente más
aspectos prácticos en sus clases de Historia. Pero, ¿cuál será la principal
herramienta con la que cuenta el profesor? Internet.
Gracias a los ordenadores con los que cuentan
las aulas de secundaria de la región, tanto el profesor como los estudiantes
tienen en sus manos una puerta abierta hacia la información. Internet puede
servir para realizar un sinfín de actividades de carácter pedagógico y práctica
para que los alumnos aprendan y comprendan la historia de un modo más atractivo
para ellos. ¿Cuáles pueden ser estas actividades?
·
Webquest: El profesor no tiene porque limitarse a ofrecer la
información necesaria sobre la lección que esté impartiendo, sino que los
mismos estudiantes pueden ser los encargados de documentarse a través de
diferentes webs y extraer ellos mismos dicha información. El profesor debe de
ser el encargado de dotar al alumno de una lista de páginas webs determinadas
de las que se puede sacar el contenido deseado, y los alumnos, en un ejercicio
de comprensión y síntesis deberán buscar dicha información y extraer la que
ellos crean más correcta.
Con esto logramos que sea el mismo alumno el
que busque la información necesaria complementaria para ampliar la explicación
realizada por el profesor en el aula. El alumno aprende así nuevas técnicas de
estudio, consiguiendo un mayor grado de autonomía, ayudando al mismo tiempo a
que el estudiante adquiera varias de las competencias básicas que los
profesores debemos de potenciar: competencia
digital y tratamiento de la información, competencia de aprender a aprender
y autonomía e iniciativa personal.
·
Mapas y gráficas: El comentario de mapas, textos, gráficas o
tablas estadísticas es de gran importancia en la materia de Historia. Gracias a
internet, los estudiantes tendrán un acceso rápido a una enorme cantidad de los
mismos, pudiendo tanto practicar en clase con ellos o en su misma casa. Tras
una posterior explicación por parte del profesor como realizar los diferentes
comentarios de textos, mapas históricos... el alumno podrá recurrir a distintas
webs (proporcionadas también por el profesor) en las que encontrar más material
gráfico con el que poder reforzar esta parte de la asignatura.
·
Exposiciones: Para potenciar la capacidad comunicativa
del alumno, el profesor puede pedir a sus alumnos, de forma individual o
colectiva, distintas exposiciones en clase sobre un tema concreto, acompañadas
por medio audiovisuales, como pueden ser videos, audios o presentaciones
realizadas en PowerPoint. Estas últimas son si cabe la opción más válida y útil
para el alumno. Con este tipo de presentaciones en clase por parte de los
estudiantes se consiguen varios beneficios educativos para los mismos:
capacidad de síntesis, ya que el objetivo principal de la realización de un
PowerPoint es establecer un guión o esquema que sirva de base para la
explicación de los alumnos al resto de compañeros; competencia comunicativa, ya
que el propio alumno aprenderá a hablar en público, a la vez que es el mismo el
que tiene que explicar en clase los contenidos correspondientes al tema específico.
·
Utilización de medios audiovisuales: El uso de documentales, reportajes e,
incluso, de películas históricas, puede servir como actividad de introducción -
motivación para el profesor, de cara a excitar y despertar la curiosidad de los
estudiantes antes de comenzar una lección. Debemos tener en cuenta que la
motivación es uno de los procesos más importantes a valorar si queremos logras
unas condiciones de aprendizaje adecuadas.
·
Actividades: Podemos realizar actividades para que los alumnos
puedan realizarlas a través del ordenador. Herramientas y programas
informáticos como el Hot Potatoes o el JClic son excelentes para este fin, ya
que conjugan entretenimiento con la enseñanza de contenidos.
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