lunes, 22 de abril de 2013

El Arte Mudéjar


     Definición del arte mudéjar

A principios del siglo XI el fortalecimiento de la Europa cristiana coincide con la recuperación de los reinos cristianos peninsulares, frente al poderío del Califato de Córdoba que había logrado gran esplendor en el siglo X. La conquista de Toledo (1085) trasladó la frontera cristiana hasta el Tajo e inició un período en el que la expansión cristiana fue continua. La batalla de las Navas de Tolosa (1212) abrió las puertas de Andalucía a Fernando III, mientras que Jaime I, rey de Aragón, ampliaba sus límites tras la fundación del reino de Valencia, extendiendo su soberanía hasta incluir el reino de Murcia.

La situación así descrita tan brevemente permite constatar un hecho que tuvo notable trascendencia en la sociedad y en la cultura de la España medieval: el progreso de la Reconquista significa la incorporación a los territorios cristianos de comunidades islámicas y el consiguiente aporte de elementos artísticos y modos de vida de estos grupos. Mudéjar es precisamente el arte realizado en la España cristiana a partir del siglo XII, bien por mano de obra musulmana o bien por cristianos seducidos por la belleza del arte islámico.


     Características generales del estilo mudéjar
  1. Se trata de un arte que funde los estilos cristianos (románico y gótico básicamente) con motivos ornamentales y materiales empleados en Al-Andalus. A la estructura arquitectónica cristiana se sobreponen materiales generalmente pobres (ladrillos, yeso, madera) a los que se les dota de una novedosa función decorativa.
  2. Los materiales señalados se utilizan en los diversos elementos arquitectónicos: el ladrillo en los muros y pilares; la madera en las artísticas techumbres originando bellos artesonados; el yeso como elemento de una decoración que varía según las épocas y las escuelas, ya que muestra clara preferencia por la ornamentación geométrica.
  3. El estilo mudéjar se hace presente en iglesias, capillas, casas y palacios, fortificaciones o castillos y en murallas y puertas de acceso. En las casas y palacios, el alfiz aparece en las portadas; las puertas se disponen desenfiladas impidiendo ver el patio; los patios se adornan con bellos arcos lobulados; en las casas señoriales no faltan amplias salas de baño; en las fortificaciones, una galería corrida corona los muros para permitir una vigilancia más cómoda (barbacana).
  4. En el mudéjar, se suelen englobar las sinagogas, pues los judíos se sirvieron igualmente del arte musulmán. En su estructura se asemejan a los templos cristianos e islámicos (sala de oración, tribuna para las mujeres). En su decoración comparten con las mezquitas la carencia de motivos figurativos humanos y el uso de grandes inscripciones sobre sus muros.
Iglesia de San Lorenzo Sahagún (Mudéjar)

     Etapas cronológicas y principales áreas de difusión del mudéjar

Desde el punto de vista cronológico se suelen distinguir tres etapas en el arte mudéjar: románico-mudéjar, correspondiente a los siglos XI y XII; gótico-mudéjar que se extiende entre los siglos XIII y XVI, y una tercera que se prolonga hasta el siglo XIX, pues es una constante la utilización de algunos elementos mudéjares en edificios de diversas épocas. En el siglo XIX cobra tal consistencia que son numerosos los monumentos catalogados como neomudéjares.

El área de difusión comprende León, las dos Castillas y Aragón como zonas principales. Es un estilo esencialmente español cuya localización más allá de nuestras fronteras es escasa (se cuentan algunos ejemplos aislados en Portugal y Francia). Sin embargo su presencia en Canarias y América es notable y los techos de madera el elemento de mayor difusión.

Los cuatro estilos y zonas principales donde se registra este arte son:

  • El románico-mudéjar castellano-leonés.
  • El gótico-mudéjar castellano-leonés.
  • El mudéjar andaluz.
  • El mudéjar aragonés.
Claustro de estilo mudéjar en el Monasterio de Guadalupe (Cáceres).

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