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domingo, 16 de junio de 2013

La crisis de 1929

El 24 de octubre de 1929, el llamado "jueves negro", se produjo la brutal caída de la bolsa de Nueva York, Wall Street. Ninguna medida fue capaz de frenar el "crack" financiero, el pánico y el caos se apoderaron de la vida económica estadounidense y también europea, porque la reacción se extendió a todo el mundo. Hasta 1932, la crisis económica se agravó en Estados Unidos: las quiebras se multiplicaron, el paro aumentó espectacularmente (1,5 millones de parados en 1929, 15 millones en 1933), la producción en la industria y en el campo se redujo hasta alcanzar las cotas más bajas, los precios descendieron hasta un 37 por ciento en Estados Unidos y un 50 por ciento en algunos países europeos, como Holanda.

La crisis de 1929.

La crisis de 1929, originada por la superproducción, que había saturado el mercado, y por la especulación de capitales, que hizo subir artificialmente las cotizaciones en la bolsa, tuvo repercusiones mundiales. Los países americanos con una economía dependiente de los Estados Unidos, a la que suministraban materias primas, sufrieron las consecuencias de la caída de los precios y de las importaciones norteamericanas. Brasil, Argentina, Chile y Venezuela, padecieron especialmente los efectos de la crisis. En Europa se produjo una caída monetaria, como consecuencia sobre todo de la anulación de los créditos que Estados Unidos proporcionaba a Alemania y Austria para que rehicieran su economía; la difícil recuperación que Europa había logrado en los últimos diez años quedó anulada.

La crisis supuso el fin de la supremacía del partido republicano, en el poder desde 1921. Las elecciones del 8 de noviembre de 1932 dieron el triunfo al candidato demócrata Franklin D. Roosevelt (1882-1945), que modificó la política económica del gobierno. El New Deal (la "nueva distribución") proponía la recuperación económica a través de un aumento de la demanda, que reactivara el mercado interior, de una planificación con ayudas estatales a la agricultura, de una legislación a favor de las mejoras sociales de los trabajadores, de una política de obras públicas... A pesar del fuerte intervencionismo estatal y del relativo éxito del New Deal, los Estados Unidos no recuperaron su antiguo nivel de desarrollo económico hasta la Segunda Guerra Mundial con el consiguiente crecimiento de las industrias bélicas.

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