Hoy se cumple el Bicentenario de la Constitución de 1812

La Constitución de 1812, conocida como la "Pepa", por ser aprobada el día de San José, fue el verdadero arranque de la historia de la Constitución en nuestro país. Es más, muchos ven en ella el origen del liberalismo español.

Se cumplen 200 años de la aprobación en un Cádiz sitiado por tropas napoleónicas de la primera Constitución que consagró en España la muerte del súbdito y el nacimiento del ciudadano. En aquel clima liberal se tomaron decisiones que perduran hasta hoy, aunque a veces hayan sido interrumpidas por etapas autoritarias.

El primer avance de la Constitución de 1812 es el reconocimiento de la soberanía nacional, que ya había adoptado el Decreto de 24 de septiembre de 1810, previo a la norma constitucional. Esta soberanía nacional, que nace del sentimiento de orfandad ante la traición monárquica que ha dejado el reino en manos de Napoleón, podría hacernos pensar en un acuerdo generalizado, pero nada más lejos de la realidad. dentro de las Cortes, presididas por Muñoz Torrero, encontramos posiciones enfrentadas en puntos esenciales, y contemplamos posturas como la de Jovellanos, que no admitía la idea de unas cortes soberanas y constituyentes presentando a éstas como la aplicación de las antiguas leyes del Reino.


Sin embargo, es importante comentar cuáles fueron las principales características de esta constitución y que novedades introdujo que hayan llegado incluso hasta nuestros días. Entre las más importantes vamos a destacar:

• División de poderes.
• Nacimiento de la ciudadanía.
• Libertad de trabajo e industria.
• Enseñanza pública.
• Libertad de escritura e imprenta.
• Diputaciones provinciales.
• Loterías del Estado.
• Fiscalidad para todos.

Y dentro de las principales figuras que dieron origen a esta constitución, quería destacar la presencia extremeña en la figura de Diego Muñoz Torrero, sacerdote y político de ideas liberales que pronunció el discurso inaugural de las Cortes de Cádiz (18180), las cuales aprobaron varias propuestas suyas. Presidió la comisión redactora de la Constitución de 1812. Encerrado en un convento al retorno de Fernando VII, fue diputado en el Trienio Constitucional en 1822. Al restablecerse el absolutismo huyó a Portugal.