Hace 10 años, científicos canadienses comenzaron a investigar en el fondo del océano, a una profundidad de unos 700 metros, cerca de la península cubana de Guanahacabibes, en busca de unas ruinas submarinas, pero por problemas para encontrar fondos, se obstaculizó el trabajo.
Superado ese inconveniente, gracias a un robot sumergible, los científicos Paul Weinzweig y Pauline Zalitzki confirmaron con imágenes las ruinas de una gigantesca ciudad.
Una vez estudiadas las imágenes tomadas por el sumergible, la compañía canadiense de exploración Advanced Digital Communications (ADC), mostró la representación artística en 3D de las estructuras ubicadas en el fondo marino, recreación generada por ordenador.
La ciudad cuenta con cuatro pirámides gigantes, esfinges y un idioma escrito grabado en las piedras.
En palabras de sus investigadores "allí hay unas estructuras gigantescas construidas de unas piedras muy grandes de formas geométricas perfectas, como si fueran cortadas, e instaladas una sobre otra, con una perfección que yo creo que a día de hoy no podemos hacer", sostuvo Pauline, afirmado que "no pertenecen a la geología del lugar".
Por otra parte, Zalitzki afirma que "es asombroso. Lo que observamos en las imágenes en alta resolución del sonar, son llanuras interminables de arena blanca, y en el medio de esta bella arena se aprecian claramente diseños arquitectónicos hechos por el hombre".
Más allá del descubrimiento, y a la espera de más investigaciones, hay quien afirma que estas ruinas podían corresponder con la ciudad perdida de la Atlántida, ciudad mencionada y descrita por primera vez por el filósofo griego Platón, la cual desapareció por una catástrofe natural. Sin embargo, hasta que se demuestre lo contrario, mi postura es reacia a admitir que estas ruinas correspondan a la mítica ciudad desaparecida.
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