jueves, 6 de diciembre de 2012

La integración escolar


Hacia una integración escolar

La equidad es principio indisoluble de la educación. Todos tenemos derecho a la educación, como así lo recoge la Constitución Española en su artículo 27. La educación es un bien y un derecho al que todos debemos de acceder, independientemente de raza, sexo, estatus social, religión o aptitudes psíquicas o físicas.

Como tal, este derecho nos orienta hacia una educación en la que la palabra integración actúa como uno de los eslabones principales de la enseñanza. Pero, ¿qué entendemos por integración escolar?

Néstor Carasa quiere explicar qué es y qué no es la integración escolar de esta manera: “es permitir a un sujeto con discapacidad participar de una experiencia de aprendizaje, en el ámbito de la escuela común. Es permitir que este sujeto pueda, desde sus posibilidades, construir sus aprendizajes junto con otros sujetos que tienen otras posibilidades. Es aceptar las diferencias. Es reconocer en la heterogeneidad la mejor condición para el intercambio (aprendizaje). Es abrir el aula y la escuela a lo diferente. Es una toma de posición. Es un derecho de los sujetos que tienen alguna discapacidad. Y no es un “favor” que hacemos a los sujetos con discapacidad. No es una imposición, que nos llega desde algún lado. No es una estrategia mágica. No es sólo una cuestión de buenas intenciones.”(1)

Las personas pueden poseer rasgos, por así decirlo, diferentes, pero dichos rasgos no conllevan que las personas sean distintas. Son iguales, y como tales, merecen una educación igual. A la hora de afrontar una situación en la que una persona en particular tenga, por ejemplo, una discapacidad, la forma de afrontarla será adaptando las competencias curriculares a esa persona en particular, de modo que pueda superar los criterios de evaluación necesarios. Pero en ningún caso la respuesta sería realizar una segregación en el aula por la cual ese alumno no tendría cabida en dicha aula.

"El método de formación tradicional, en ambientes segregados, no prepara al niño para enfrentar los retos del mundo real, reduciendo sus oportunidades de llevar una vida normal".(2)

La separación de los alumnos no es beneficiosa a la hora de enriquecer la formación de los estudiantes. Existen destrezas que requieren ambientes integrados para ser adquiridas: por ejemplo, la comunicación verbal y habilidades sociales. La integración favorece el desarrollo de la interacción, comunicación, colaboración y trabajo participativo, basado en las fortalezas y necesidades de cada individuo.



Diversos estudios afirman que además la integración de los alumnos de diferentes niveles académicos es buena en cuanto a los resultados obtenidos. "las clases que mezclan alumnos de diferente nivel de rendimiento obtienen mejores resultados globales que las segregadas. Obviamente, hablamos de resultados globales y no estrictamente individuales."(3)

En esta línea de análisis  también encontramos más argumentos: “Los hombres y las mujeres están juntos en la sociedad. La escuela moderna es la escuela de las compensaciones y si hay ventajas de unos sobre otros, la conducción del grupo debe compensarlas en beneficio de todos. Los profesores tenemos que encontrar los recursos para ofrecer posibilidades a los que tienen déficit, si no los dejamos a mitad de camino”.(4)

Sin embargo, ya no sólo es importante la integración en la educación para mejorar la educación desde un punto de vista académica, sino también desde un punto de vista cívico. Si queremos educar a la sociedad con valores como la igualdad y el respecto a todos por igual, debemos hacerlo también enseñar con una escuela integrada y sin exclusiones.

"Una mayor equidad es un factor fundamental para conseguir un mayor desarrollo y una cultura de la paz basada en el respeto y valoración de las diferencias y en la tolerancia. Difícilmente se puede aprender a respetar las diferencias si no se convive con ellas, si las diferencias de cualquier tipo se obvian y  se excluyen. Una cultura de paz tiene que ver con equidad, justicia e igualdad.  Conseguir el acceso de toda la población a la educación básica es un primer paso para avanzar hacia una mayor equidad, pero ésta sólo será realmente efectiva cuando se asegure la verdadera igualdad de oportunidades y cuando la calidad de la educación sea para todos y no sólo para unos pocos. Es difícil separar calidad de equidad si se considera que la equidad no es sólo igualdad de acceso, sino también de derechos a recibir una educación de calidad, y que un criterio importante para definir una educación de calidad es precisamente que ésta sea capaz de dar respuesta a la diversidad".(5)

Alcanzar una cultura de paz y tolerancia sólo será posible, en gran parte, si se educa a los ciudadanos futuros en la integración, la valoración de las diferencias y el respeto. La necesidad de ofrecer una educación para todos a lo largo de toda la vida debe tener como objetivo básico y elemental incorporar a los excluidos y alcanzar a los inalcanzables, es decir, la educación inclusiva.

Esto va en consonancia con las palabras de Mara S. "la integración tiene que ver no sólo con el estilo de clases que queremos sino con el tipo de mundo que queremos".(6)

No es lícito hacer una defensa por parte de nuestra sociedad de la igualdad de las personas y de los mismos derechos para todos si luego esas mismas personas hacen distinciones a la hora de educar a los más jóvenes.

"Hay que situar a las personas en el marco de su comunidad. Tenemos derecho a sentirnos parte de nuestra propia comunidad en su conjunto y prepararnos para vivir en ella. Esto se puede lograr sólo a través de un proceso educativo normalizado los niños normales y aquellos con dificultades especiales aprendan a convivir y a apoyarse mutuamente."(7)

En los últimos años se están produciendo cambios importantes en la  conceptualización de la Educación Especial que están generando nuevos enfoques y prácticas educativas en muchas partes del mundo.

La política social durante los últimos veinte años ha sido fomentar la integración y la participación de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad, otorgando el apoyo que requieren en el marco de las estructuras comunes de educación, salud, empleo y servicios sociales y reconociéndoles los mismos derechos que el resto de la población.

"Esta situación en el ámbito educativo se traduce en un desarrollo cada vez mayor de políticas educativas que abogan por una escuela integradora en la que todos los niños aprendan juntos, independientemente de sus condiciones personales. La educación integradora debe formar parte de una estrategia global cuya meta sea alcanzar una educación de calidad para todos."(8)

La condición más importante para que la integración sea posible y exitosa es que la sociedad en general y la comunidad educativa en particular, tenga una actitud favorable. Por ello, en cualquier proceso de integración hay que cuidar de forma especial la fase de información y sensibilización, en la que los medios de comunicación social pueden jugar un rol fundamental. El tema de las actitudes tiene una gran trascendencia en el  éxito de la integración ya que las actitudes están muy relacionadas con la filosofía de los profesores y, por tanto, se plasma en el proyecto educativo y el estilo de enseñanza que desarrollan. Por tanto, las actitudes iniciales del profesorado serán una de las variables esenciales a tener en cuenta, especialmente en aquellos centros con un menor nivel de elaboración del proyecto educativo o de trabajo conjunto, porque las actitudes positivas pueden ser una vía para lograr o mejorar dichos aspectos.

"Esta fase de sensibilización e información es crucial, porque uno de los obstáculos más importantes para la implementación de la integración tiene que ver con la dificultad de cambiar las representaciones o concepciones sociales."(9)



(1) Carasa, Néstor. Integración Escolar. La Educación en nuestras manos, 32.
(2) Couret, Ángela. Algunas consideraciones en torno a la integración escolar del individuo con necesidades especiales. Paso a paso.
(3) Grisay, Aletta. View Inside Primary Schools.
(4) Van Gelderen, Alfredo. Reflexiones sobre la educación.
(5) Blanco G., Rosa. Hacia una escuela para todos y con todos.
(6) Shapon-Shevin, Mara.
(7) Zabalza Beraza, M. Ángel. Las contradicciones de la integración educativa.
(8) Blanco G., Rosa. Integración y posibilidades educativas: un derecho para todos.
(9) Blanco G., Rosa. Integración y posibilidades educativas: un derecho para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario