El movimiento nacionalista comenzó a aparecer en Europa desde principios del siglo XIX, movimiento que estuvo presente en la mayor parte del continente europeo. Sin embargo, este tuvo especial importancia en dos naciones que estaban aún divididas, Italia y Alemania.
Fue entonces en este siglo cuando se llevó a cabo, casi de manera paralela, el proceso de unificación en ambos países.
La unificación italiana (1870)
Tras el Congreso de Viena, Italia quedó dividida en seis Estados, dominados por Austria: reino de Cerdeña-Piamonte, reino de Nápoles y Sicilia, Estados Pontificios y ducados de Módena, Parma y Toscana. En 1848, tras el fracaso del intento de unificación en el que había participado activamente el movimiento denominado Risorgimento, que reclamaba al mismo tiempo la expulsión de los austriacos y la creación de regímenes constitucionales en la península, y del desastre de Novara (1849), el rey Víctor Manuel II de Saboya (1820-1878) convirtió el Estado de Cerdeña-Piamonte en la vanguardia del liberalismo italiano.En esta tarea contó con la eficaz ayuda de Camilo Benso, conde de Cavour (1810-1861), primer ministro desde 1852. Se mantuvo vigente la constitución de 1848, se logró una eficaz democracia parlamentaria, se desarrolló la industria y se creó una red de transportes que unía Génova al resto del continente.
Mapa de la Unificación Italiana. |
Así Cerdeña-Piamonte se convirtió en el Estado más desarrollado de Italia. Pero Cavour era consciente de que necesitaba la ayuda exterior para lograr echar de Italia a los austriacos y firmó un pacto de alianza con Napoleón III de Francia, por el que, a cambio de Saboya, Francia intervendría en caso de un ataque austriaco. Cavour provocó el ataque austriaco y un ejército franco-piamontés derrotó a los austriacos en Magenta y Solferino(1859). Por el Tratado de Zurich del mismo año, el emperador Francisco José I cedió la Lombardía a Víctor Manuel II; éste, a cambio, tuvo que ceder a Francia Niza y Saboya. El resultado de la lucha hizo que Parma, Módena, la Toscana y la Romaña pidieran su anexión a Cerdeña-Piamonte. En este momento fue decisiva la intervención de Giuseppe Garibaldi (1807-1992) que, con un ejército de mil voluntarios (los mil camisas rojas) acudió en ayuda de los sicilianos, sublevados contra los Borbones de Nápoles. Después de someter Palermo y Mesina entró triunfalmente en Nápoles el 1 de septiembre de 1860, expulsó al rey Francisco II y anexionó sus estados al reino de Víctor Manuel II. Ya sólo faltaban los estados Pontificios para completar la unidad italiana.
Principales personajes de la Unificación Italiana. |
El ejército piamontés derrotó al pontificio en Castelfidardo (1860). El 14 de marzo de 1861 se proclamó el reino de Italia y el primer Parlamento italiano, reunido en Turín, designó rey a Víctor Manuel II. Roma, apoyada por los franceses, se mantuvo independiente hasta 1870, en que los ejércitos de Napoleón III abandonan la ciudad para luchar contra Austria. En julio de 1871, Víctor Manuel II estableció su residencia en Roma, declarada capital del reino. La unidad italiana se había logrado, aunque el Trentino, Carso e Istria no fueron cedidos por Austria hasta 1919, Niza y Córcega continuaron bajo el dominio francés y Malta bajo el británico. por el Tratado de Letrán de 1929 se creó un Estado pontificio, la Ciudad del Vaticano.
La unificación alemana (1871)
Por el Tratado de Viena (1815), Alemania había quedado dividida en treinta y nueve Estados, sometidos a los intereses de Austria y Prusia. El primer paso hacia la unidad fue una medida económica, la creación de una Unión Aduanera o "Zollverein", que entró en vigor el 1 de enero de 1834 y suprimió las barreras aduaneras entre 25 estados poblados por 26 millones de personas. La creación de la Zollverein fue obra de los gobernantes prusianos, que demostraron así comprender mejor que Austria los verdaderos intereses alemanes.
Mapa de la Unificación Alemana. |
La unificación alemana se logró durante el reinado de Guillermo I de Prusia (1797-1888) y en ella jugó un papel decisivo su jefe de gobierno Otto von Bismarck (1815-1898) el "Canciller de Hierro". Para lograr la unión, Bismarck tuvo que convencer a los Estados alemanes católicos del sur y vencer a Dinamarca, Austria y Francia en tres guerras.
- La guerra danesa de 1864 motivada por los ducados de Schleswig y Holstein, que formaban parte de la Confederación Germánica aunque estaban bajo el control del rey de Dinamarca.
- La guerra contra Austria fue declarada por Prusia en 1866. En una rápida campaña que sólo duró siete semanas, los ejércitos prusianos, magníficamente reorganizado y dirigidos por el canciller Helmuth von Moltke, vencieron a los austriacos en Sadowa. Por la Paz de Praga de 1866 se disolvió la Confederación Germánica. Un año más tarde se creó la Confederación Alemana del Norte, un Estado federal con Guillermo I como rey, Bismarck como canciller, un Consejo federal (Bundesrat) y un Parlamamento (Reichstag) elegido por sufragio universal. Los Estados alemanes del sur quedaban fuera de la Confederación, aunque Prusia firmó con ellos un tratado de alianza militar.
- La guerra con Francia (1870-1871) se veía como algo inevitable desde 1867; Napoléon III consideraba la unificación y fortalecimiento de la nación alemana como una amenaza para la política de equilibrio continental. La guerra fue una sucesión de victorias para los prusianos, que contaron con el apoyo de los Estados alemanes del sur; en cambio Francia luchó sola: Austria no intervino por temor a provocar una respuesta agresiva rusa, ni tampoco Italia por los franceses ocupaban militarmente Roma. Tras la derrota de Sedán (el 1 de septiembre de 1870), Napoleón III capituló. La noticia supuso un golpe de Estado en Francia y el fin del gobierno de Napoléon y del Segundo Imperio. El nuevo gobierno hizo frente a los prusianos, y fue sucesivamente derrotado en Orleans, Le Mans, Amiens, San Quintín, Belfort, Lisaine, hasta la capitulación de París en 1871. En enero de 1871 se firmó el armisticio: Francia entregaba Alsacia y Lorena y una fuerte endemnización de guerra. El 18 de enero, Guillermo I, rey de Prusia, fue proclamado emperador (kaiser) alemán en el Salón de los Espejos del palacio de Versalles. Se había logrado la unidad de Alemania.
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