Son muchas las dificultades a las que hay que hacer
frente. "Para muchos actores del ámbito educativo la integración
constituye un desafió lejano de poder llevarse a la práctica, con muchos costos
de diversa índole y varios problemas asociados a la gestión organizativa y al
desempeño profesional."(1)
Estas dificultades constituyen un impedimento al progreso de la integración escolar, tanto para refrenar la creación de proyectos de integración en las escuelas, como para desalentar a las escuelas que ya comenzaron estos proyectos y que toman conciencia de la
falta de capacidades que poseen para enfrentar este desafío educativo. Esto
último, se demuestra en los sucesos en los que se ha iniciado el movimiento de alumnos a la escuela regular desde la especial, sin que existan las condiciones necesarias en las instituciones
educativas, ni en los docentes. Esto ha generado una desmotivación en la escuela
y una respuesta educativa inapropiada para los estudiantes integrados, y para los
cuales no ha existido la capacidad para adecuar las prácticas docentes que
propicien su correcta inclusión.
" Otro de los problemas que han presentado
estos proyectos de integración, es su condicionalidad a la provisión de
recursos, considerándose la integración
como un proyecto de alto costo en recursos humanos y didácticos."(2)
A los gastos organizativos y financieros se suman los
simbólicos que la integración provoca para la identidad de algunas escuelas, como
la idea de que los estudiantes integrados fueran a afectar a los resultados escolares de
toda la escuela.
Ante esta realidad, no es difícil explicar
que sean pocas las escuelas elementales que inicien proyectos de integración, siendo mayor la voluntad estatal
por la integración escolar, que la iniciativa manifestada en las propias
escuelas por implementarla.
Pese a esto, hay argumentos para poder hacer
frente a estas complejidades. "Contra
los argumentos que acentúan los costos de la integración, se puede
sostener que la inclusión de alumnos con discapacidad a la escuela regular es
una demanda social, relacionada con derechos de alumnos tradicionalmente
segregados, cuyo fundamento ético es independiente de los costos
organizativos considerados en la conveniencia de su implementación. Sin
embargo, el presente artículo pretende proponer que, independiente de la obligación
ética-educativa por la integración escolar y de los necesarios incentivos
estructurales, esta política no constituye un problema de organización a la
escuela regular distinto al que debe enfrentar sin la integración y en el marco
de lo que demanda una gestión escolar de calidad. Al contrario, la implementación de la
integración puede constituir una experiencia catalizadora de procesos de mejoramiento y efectividad
para toda la organización escolar."(3)
Es por ello que a pesar de estos problemas, debemos apostar por una educación que apueste por la integración.
Es por ello que a pesar de estos problemas, debemos apostar por una educación que apueste por la integración.
(1) Tenorio Eitel, Solange. Integración Escolar y Efectividad en la Escuela.
(2) Tenorio Eitel, Solange. Integración Escolar y Efectividad en la Escuela.
(3) González García, Gustavo. Integración Escolar y Efectividad en la Escuela.
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